Agregar valor a la educación

El acceso de los niños a la escuela, que es la condición inicial para que estos reciban la educación formal, es un desafío muy relevante, especialmente en las comunidades menos asistidas y más distantes de los grandes centros. Hay que notar la diferencia entre escolarizar, que es un deber de la escuela, y educar, que es un deber de la familia. Sin embargo, son dos cosas interdependientes; no existe una sin la otra. ¡Son como la noche y el día!

En el Instituto Alpargatas, entendemos este desafío e invertimos en las escuelas con la intención de facilitar el proceso de aprendizaje sin, por otro lado, ocupar el espacio del Estado, que es legalmente el proveedor de la enseñanza. Nuestro papel sigue siendo el de influenciar el poder público y actuar junto a instituciones de enseñanza, sus gestores y profesores, con el fin de ampliar las condiciones de aprendizaje de los alumnos. Este es un trabajo que hacemos con mucho cariño, pues entendemos que la generación que está en los pupitres escolares será aquella que comandará nuestro querido Brasil en las próximas décadas. De la calidad de la formación de este grupo dependerán el éxito y la evolución de la sociedad, hasta que un día ya no sea necesario nuestro Instituto Alpargatas. Solo entonces habremos cumplido nuestro papel, pues el Estado habrá reconocido y provisto de manera equivalente los derechos de toda la sociedad. Será a ese grupo de estudiantes a quien le cabrá esta meta.

¡Con mi deseo de mucho éxito y mi confianza en el futuro que vendrá!